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Un nuevo concepto gastronómico con interiorismo firmado por el estudio de arquitectura de Juan Bengoa.

marzo 27 2023

Sal Mestiza no es solo un restaurante mexicano al uso, es una manera de ver la vida y generar experiencias que conecten a las personas entre sí y con los lugares que habitan.

El estudio Juan Bengoa ha sido el encargo del diseño e interiorismo del local, trasladado esa filosofía al espacio generando un lugar honesto y con carácter, polivalente, desprovisto de ornamentos, crudo y real donde poder profundizar en las relaciones a través de un aura clandestina y un chupito de mezcal”, añaden. Pasen y vean. 

Juan Bengoa lleva concibiendo el desarrollo de proyectos integrales desde sus años en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid. Tras terminar sus estudios, trabajó en BIG (Bjarke Ingels Group) en Copenhague durante un periodo de un año y más tardé se trasladó hasta Shanghái con la intención de seguir evolucionando y desarrollando sus inquietudes como arquitecto. “Estas experiencias internacionales fueron fundamentales a la hora de sumergirme y entender cómo funcionan otras culturas a nivel arquitectónico pero también a nivel vital y cómo la manera de vivir influye en el espacio y viceversa. Mi objetivo siempre fue, y sigue siendo, crear lugares acogedores a través del cuidado de cada uno de los detalles que influyen en la experiencia sensorial de quien lo habita”, comenta el propio arquitecto.

 

Hace cuatro años regresó a Madrid y fundó su propio estudio de arquitectura e interiorismo y en la actualidad desarrollan todo tipo de proyectos tanto a nivel nacional e internacional. Uno de estos últimos ha sido Sal Mestiza. “Ha sido una gran oportunidad y todo un reto. El concepto era increíblemente potente y esto fue lo que nos cautivó desde el primer momento. En seguida nos identificamos con nuestros clientes: gente joven con ganas de comerse el mundo y emprender en una situación como la que nos ha tocado vivir este último año. Así que nos lanzamos a la piscina para crear este trocito de México en Madrid”, indica Bengoa. 

 

 

“Nuestra idea principal en el estudio era no dejar indiferente a nadie; queríamos crear un lugar acogedor e impactante en el que vivir una experiencia única de principio a fin que englobase todos los sentidos. ¿Lo mejor? Creemos que lo hemos conseguido. El proceso de Sal Mestiza fue rápido y fluido. La conexión que tuvimos con el cliente fue inmediata y ellos depositaron total confianza en nuestro criterio, por lo que tras presentarles por primera vez la propuesta nos pusimos manos a la obra. En dos meses todo estaba listo para poder contar esta historia”, añade. 

La experiencia comienza desde antes de entrar en el propio local, pues es desde la calle cuando llama la atención al viandante un espacio donde la iluminación cobra especial protagonismo e invita al futuro cliente a descubrir todo aquello que se esconde tras sus puertas. “Para causar ese efecto utilizamos una temperatura muy baja que nos transporta a un lugar cálido donde el sol lo baña todo, como si de Madrid nos trasladásemos al propio México. En el interior encuentras un espacio con las paredes en crudo, contando la historia del lugar en el que nos encontramos, recuperando trozos de pared de ladrillo visto y respetando las marcas que se crearon durante la obra”, cuenta el arquitecto Juan Bengoa. 


“Siguiendo el concepto de crudo se diseñaron los apliques de pared especialmente para este espacio, marcando ritmos que continúan a través del agallonado de las bancadas. Finalmente es la vegetación la que entra sin previo aviso para llenarlo todo y trasladarnos a un bosque urbano”, continúa. 


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