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Por qué este restaurante puede hacer arder Madrid en los próximos meses

marzo 26 2023

 

El concepto de Pólvora, un restaurante de alto nivel en el que comer algo sorprendente y al mejor precio posible, está muy influido por el perfil en el sector del ocio que les hace reconocibles: ambiente informal sostenido por la calidad de su oferta. La decoración del local, diseñada por el estudio de interiorismo Sayans Bengoa, obedece a ese espíritu, combinando una cuidadísima puesta en escena de aires clásicos y coloniales con una atmósfera más relajada y moderna. Para hacerse una idea, no hay más que entrar en el patio del restaurante.


"El nombre surge de ese deseo que tenemos de dar con algo explosivo, impactante y con un punto canallita", describe Álvaro. "Nos gusta el carácter latino, ese picante que hay en sitios como Cuba, México o Perú. Pero también ese contraste con una mesa muy bien puesta, con mantel de hilo y los detalles muy cuidados. Si consigues llegar a ese equilibrio en el que las dos cosas cuadran".

 

 

"Queremos fomentar esa faceta de lugar de encuentro para comidas de trabajo", explica Pucho mientras señala las posibilidades del espacio y el carisma que le concede cada uno de sus detalles. "El reservado está pensado para eso, para entrar a la una y media de la tarde y estar tranquilamente hasta las siete o la hora que sea necesaria… ¿Que si se han cerrado fichajes de artistas? Alguno se ha cerrado ya aquí", concede.
“Lo mejor siempre pasa en torno a la mesa", interviene Pablo. "Todas las cenas y comidas han sido muy especiales, independiéntemente de que se haya salido de aquí con un contrato firmado o no. Pólvora ha conseguido desde el primer día transmitir esa sensación de que lo único que importa es lo que está pasando en la mesa. Lo hemos concebido como un punto de encuentro para nosotros y lo que genera en torno a nuestro negocio. Expresa la visión que tenemos de la gastronomía, y queremos compartirlo con gente con la que ya trabajamos pero también con personas con las que queremos trabajar en el futuro". Así, no es extraño pasar una noche por Pólvora y encontrarse a Pucho en una mesa con un cliente, a Pablo en el otro extremo con gente que ha traído y a Álvaro entrando y saliendo de la cocina para comprobar que todo fluye en el local.
"Casi todos los días acabamos los tres aquí", dice Álvaro. “Es muy importante que estemos aquí dando la cara para escuchar tanto lo bueno como lo malo", explica Pucho. "Sobre todo porque casi todas las reservas vienen por parte nuestra y nosotros las gestionamos", continúa Pablo. "Acabamos de abrir y hasta marzo ya no hay mesa para cenar jueves, viernes y sábado".
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